Las unidades de cuidados intensivos pediátricos en Ile-de-France están llenas. Tanto es así que, en la noche del domingo 25 al lunes 26 de septiembre, fue necesario trasladar a un niño a Orleans, el segundo traslado regional desde el inicio del curso escolar. Esta señal es de gran preocupación para los profesionales de la salud en las cinco unidades de cuidados intensivos dedicadas a los niños en la región de Ile-de-France, donde hay un total de 70 plazas para un grupo de 10 millones de habitantes. “En septiembre, por lo general, nunca tenemos traslado a provinciaadvierte Jean Bergounioux, jefe de reanimación pediátrica del hospital Raymond-Poincaré, en Garches (Hauts-de-Seine). El traslado es la prueba definitiva de nuestra incapacidad para acomodar a la población. »
¿Deberíamos ver una llegada temprana de la bronquiolitis, que cada año satura los servicios de pediatría con un pico en diciembre? No, este año la epidemia parece seguir un patrón bastante clásico, con un aumento de casos muy paulatino desde principios de septiembre. La agencia regional de salud de Ile-de-France (ARS) informa un marcado aumento en las visitas a la sala de emergencias para niños, que ya alcanzan los niveles más altos de los cuatro años anteriores. “con infecciones ORL como principal motivo”pero la tasa general de hospitalización permanece por debajo del 20%.
“rompecorazones”
Más bien debemos buscar la causa del lado de la falta de personal paramédico. En la unidad de cuidados intensivos pediátricos de Garches están vacantes 21 puestos de enfermería, es decir, el 50% de la plantilla. En consecuencia, el servicio es completo. El fin de semana del 24 al 25 de septiembre tuvo que negar la entrada a once niños. “Es desgarrador, tengo cuatro camas todas listas y están cerradas por falta de personal”, lamenta el doctor Jean Bergounioux. Para garantizar la calidad y seguridad de la atención, se considera necesario un enfermero para dos camas de cuidados intensivos y uno para cuatro en cuidados continuos.
Misma observación en el 19mi distrito de París, en el hospital Robert-Debré, al servicio de Stéphane Dauger. “Nunca había tenido dificultades hasta entonces para reabrir camas al comienzo del año escolar, que es cuando se reanuda la cirugía. Allí, pasamos nuestro tiempo navegando entre dieciocho y dieciséis camas en lugar de veinte”, alerta al pediatra. Resultado, durante quince días, el hospital “rechazó toneladas de personas enfermas”mientras que el servicio ya está sobrecargado, con, por ejemplo, diecinueve pacientes atendidos este fin de semana. “Vamos a entrar en el agotamiento psicológico de las enfermerasadvierte el médico. Si empezamos, desde el inicio de la epidemia de bronquiolitis, a trabajar más allá de los ratios, eso desmovilizará a los equipos. »
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