AFP, publicado el martes 27 de septiembre de 2022 a las 21:16
El calendario que permite la venta de M6 por parte de su accionista Bertelsmann es “muy tenso”, advirtió este martes el presidente de la Autoridad de Competencia francesa, Benoît Cœuré, durante una audiencia en el Senado, mientras se estudian al menos tres ofertas públicas de adquisición.
El grupo Bertelsmann busca un nuevo comprador para su participación en el grupo de radio y televisión tras el fracaso de la fusión imaginada con TF1 (grupo Bouygues), y finalmente abandonada por las partes ante las reticencias de la institución que tenía a su cargo para revisar la transacción.
A partir de ahora, el tiempo se agota porque la autorización para emitir el canal principal M6 en TDT deberá ser renovada en mayo de 2023 por Arcom, el regulador audiovisual, impidiendo entonces por ley cualquier cambio en el control de frecuencias durante cinco años.
“Hay una especie de retroplanificación” en manos de Arcom, dijo el Sr. Cœuré, recordando que también se debe hacer una revisión de los temas de competencia. “Si no nos notifican la operación antes de finales de octubre, será difícil y, en cualquier caso, es muy tenso”, agregó.
Según él, “dado el tamaño de los potenciales compradores tal y como han sido mencionados en la prensa, la lógica dicta que esta operación debería ser examinada por la Comisión Europea”, el guardián de la competencia en la UE.
Este último puede decidir remitir el expediente a la autoridad francesa, pero este mecanismo “es en sí mismo un generador de retrasos adicionales”, señaló.
Se han presentado al menos tres propuestas de adquisición del grupo M6 y ahora están siendo examinadas por Bertelsmann, pudo confirmar el sábado AFP.
Estos provienen de un dúo formado por Xavier Niel (grupo Iliad) y MediaForEurope (ex-Mediaset, el grupo de televisión fundado por Silvio Berlusconi), por el multimillonario checo Daniel Kretinsky, ya presente en varios medios franceses, y por FL Entertainment (Banijay, Betclic) controlada por el francés Stéphane Courbit, especialmente asociado para la ocasión con Rodolphe Saadé, el jefe del gigante naviero CMA-CGM.
Si todos estos jugadores no tienen canales, hay “posibles efectos de conglomerado en sectores” distintos a la televisión, señaló Benoît Cœuré.
Cuestionado por los senadores que integran la Comisión de Cultura sobre las consecuencias del fracaso de la fusión TF1-M6 para la industria audiovisual francesa frente a los gigantes del streaming, el economista explicó que la institución que preside no se basó en “el peor de los casos” (un desalojo de los canales del mercado publicitario a favor de las plataformas) sino en el más “probable”.
“No creo que la operación en sí fuera un cambio de juego fundamental”, explicó.
Es cierto que la fusión habría permitido a los canales “liberar recursos, pero por un lado algunos de estos recursos se habrían ganado a expensas de sus distribuidores y sus anunciantes, y por otro lado estos recursos no son de la misma tamaño de pedido que los disponibles para Netflix, Disney o Amazon en los mismos mercados”, explicó.
“No tengo ninguna duda de que ambos canales se reinventarán para adaptarse a los desafíos tecnológicos”, dijo.