De lo contrario, solo tenemos que hacer girar esta Copa del Mundo a Brasil de inmediato / Internacional / Bilan / SOFOOT.com

Este parón internacional de septiembre, último encuentro antes del Mundial, no ofreció la certeza esperada por muchos dirigentes europeos. Francia, Bélgica, Alemania o Inglaterra, muchas selecciones sí han luchado por tranquilizarse, entre números reducidos y dinámicas a media asta.

Este mes de septiembre fue el mes de la última oportunidad. La última vuelta de calentamiento antes de la pelea en Doha, los inicios de lo que ofrecerán a grandes rasgos las selecciones mundialistas. Sin embargo, en Europa, pocas lecciones positivas habrán quedado de estas fechas otoñales, para unas selecciones poco inspiradas y poco tranquilizadoras en su carrera por la estrella.

Lesiones y Motivación

Retirado del espectáculo deportivo, este encuentro internacional se disputará sobre todo bajo el signo de las fallas físicas. El equipo de Francia a la cabeza (15 jugadores lesionados), los entrenadores en realidad tuvieron que lidiar con muchas ausencias. Una realidad significativa y eminentemente llamativa sobre los resultados finales, que no obstante cuestiona los embalses de que disponen determinados países o la supuesta brecha entre el nivel de los titulares y el de sus sustitutos. Por ejemplo, entre los azules, las actuaciones de Eduardo Camavinga o Dayot Upamecano (por citar algunos) contra Dinamarca le habrá dado unos cuantos sudores fríos a un impaciente Didier Deschamps. “Hizo varias cosas que no quiero volver a ver. El lo sabe ” , dijo el vasco, en referencia al centrocampista del Real Madrid. Pese al adelgazamiento aparecido ante Austria, el problema no se esconde pues para los jugadores llamados a desempeñar un papel de bromistas creíbles en Qatar y para un colectivo esperado a la vuelta, tras el bajón vislumbrado en junio.

Ídem en Bélgica, con datos diferentes. Al completo, el conjunto de los Red Devils está patinando, tras un empate ante Gales (1-1) y una soporífera derrota en Holanda (1-0). Para Roberto Martínez, el signo de interrogación está, por tanto, en esta piscina tan esperada pero evidentemente inutilizable. En defensa, el técnico español resolvió finalmente convocar a Jason Denayer, sin club, y al jovencísimo Zeno Debast (18 años, solo dieciséis partidos con el Anderlecht), todavía frágil para expresarse en estos partidos. Una dificultad entre muchas otras, la falta de ímpetu de ataque de los ya veteranos Eden Hazard, Dries Mertens o Kevin De Bruyne, “cansado de jugar siempre los mismos partidos” solo acentúa.

Europa en problemas

Dificultades físicas o menos bien, estos argumentos, por lo tanto, siguen siendo admisibles dos meses antes de la fecha límite. Sin embargo, si evidentemente no es necesario sacar conclusiones definitivas en este marco temporal particular, otras selecciones ya no parecen avanzar. Inglaterra y Alemania también han dado algunas pistas, este lunes (3-3). los tres leones están irreconocibles desde la final de la Eurocopa: cinco derrotas en sus últimos cinco partidos antes de desafiar a los Nacionallf – y en las antípodas estilísticas de las inspiraciones técnicas ofrecidas durante el verano de 2021. Galvanizados por el aura de una competición jugada casi exclusivamente en casa (seis partidos de los siete jugados en Wembley), los hombres de Gareth Southgate nunca habrán podido reproducir sus efímeras hazañas, a pesar de una pletórica mano de obra. Antes del descenso del marcador de Luke Shaw ante Alemania, el último gol inglés anotado en el partido, se remonta al 29 de marzo y un triunfo ante Costa de Marfil (3-0).

Por otro lado, Alemania, en pleno rodaje desde que se salió de la carretera en 2018, también va sobre un hilo. Nudo principal: ciertas dificultades para consolidar un grupo en constante modificación (51 jugadores utilizados desde la Eurocopa), abusado y perdió contra Hungría (0-1). Ejecutivos faltos tanto en defensa, donde sólo ejercen de espantapájaros Manuel Neuer y Antonio Rüdiger, como en ataque, con este puesto de goleador desierto desde el paso de Mario Gómez. Menos afectados, pero igual de irregulares, Portugal, sumida en las elecciones de Fernando Santos, España, estancada en un estilo obsoleto, y Holanda, aún en recuperación, también luchan por ganar serenidad. Paradójicamente, la gran nación europea más en forma es Italia, que salió viva de su “grupo de la muerte” tras despedir a Inglaterra y Hungría, pero exenta de un viaje a Qatar.

Brasil y Argentina en emboscada

Este draft europeo podría, por tanto, abrir un camino aún mayor para los sudamericanos, privados de un título mundial desde hace 20 años. Primero, Brasil, el claro favorito. “Las puertas de la selección serán cada vez más estrechas” , también imaginó Tite, al anunciar su lista en junio. Una forma de anunciar el cierre de su lista de 26, en rotación desde hace casi un año. Todo ello avalado por títulos convalidados en express y una serie de partidos amistosos bastante asequibles, para llenarse de confianza. Ultradeterminado e impulsado por un Neymar visiblemente en una misión, el Auriverdes sólo puede aprovechar el más mínimo paso en falso de sus rivales del Viejo Continente.

Vuelta victoriosa, en la que (por fin) también pudo pisar la Argentina de Lionel Messi y Scaloni. Ligeramente retranqueada, laalbiceleste paradójicamente se deshizo de su exceso de talento, y en el espíritu colectivo – el famoso “Escaloneta” – mejor armado que durante la última década. Para no desviarnos de la regla, esta Copa del Mundo seguramente será una de las malas sorpresas en Europa. Queda por ver qué país asumirá el costo.

Por Adel Bentaha

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