El desequilibrio deportivo, el escenario del encuentro, el nerviosismo de los jugadores tunecinos y sobre todo de cierta afición hicieron que el clima fuera más tenso que alegre durante la victoria de Brasil ante Túnez (5-1), este martes, en el Parque de los Príncipes.
Un partido ” especial “un encuentro de prestigio, “un sabor de la Copa del Mundo”… Los jugadores de la selección tunecina esperaban esta tarde en el Parque de los Príncipes con excesiva impaciencia, como Youssef Msakni. Golpeado en la rodilla en su Campeonato de Qatar el 13 de septiembre, el delantero de 31 años aceleró su regreso, y su actuación del martes se resintió.
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Como sus compañeros, se vio abrumado por el vigor brasileño y el contexto emocional, el inagotable Laidouni encajó un penal (28), el experimentado Bronn soltó tontamente a Neymar y fue expulsado (42). “Había un ambiente muy agradable. Pero puede que hayamos sido demasiado agresivos, perdimos los nervios.sopla el medio Ellyes Skhiri.
El himno brasileño sonó
Los tunecinos, el tercer oponente de la selección de Francia en la Copa del Mundo el 30 de noviembre, fueron superados frente a casi 48.000 espectadores, se ganaron en gran medida su causa y llegaron al estadio muy temprano. Sus oponentes fueron pitados durante un rápido calentamiento y el himno brasileño fue abucheado. Algunos jugadores de la Seleçao parecían molestos, pero este tipo de ambiente, habitual en Sudamérica, apenas los inquieta.
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El público tunecino se enardecía ante la mínima entrada en acción de sus queridos, empezando por los despejes del portero. Se encendieron bombas de humo y la multitud explotó en el empate de Talbi (18). Un clímax rápidamente olvidado: los brasileños se hicieron cargo solos del partido en el minuto siguiente.
Richarlison apunta con una banana, un “gesto de otra época” para Thiago Silva
Con láseres, algunos intentaron inquietar a los brasileños (Alisson en su área, Neymar a balón parado), y el colegiado pidió la intervención del locutor, en el primer tiempo. Richarlison fue blanco tras su gol en el 19, durante su celebración, evocando la Federación Auriverde “un lanzamiento de plátano racista”.
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Si en su momento los jugadores no se dieron cuenta de nada, Thiago Silva se lamentó tras el partido uno “movimiento de otra era”. Botellas, vasos, mecheros cayeron sobre el césped en la segunda parte, cuando Neymar se acercó a sacar los córners. También se produjo una pelea temprana en las bahías, entre seguidores tunecinos, al parecer, en los últimos minutos. No se registró ningún incidente en el pitido final.